
Escoger escuela: 12 trucos para sacar partido a las puertas abiertas
Siempre pensé que escoger escuela sería una de las decisiones más importantes que me tocaría asumir como madre. Y me la tomé tan en serio que visité unas 15 escuelas, ¡algunas hasta 3 veces! Spoiler: las famosas “puertas abiertas” son puro marketing. ¿Sabes cuando limpias el piso y escondes los trastos bajo la cama porque viene la suegra a comer? Pues lo mismo. Un colegio tiene dos horas al año para venderse ante cientos de potenciales clientes padres, y para ello van a contarte maravillas. Y a ti te va a tocar ser la suegra que pasa el dedo para ver si la nuera tiene polvo en casa. ¿Cómo? Sigue leyendo…
Escoger escuela es un trabajo en sí mismo. En localidades pequeñas el tema cambia mucho, pero en nuestro caso nos tocaban por domicilio… ¡más de 20 escuelas públicas! aparte de unas pocas concertadas, sin hablar del sinfín de privadas que descartamos por distancia y precio. En mi caso, empecé a visitar colegios un año antes para ir haciéndome a la idea de lo que nos esperaba. Me convertí en una auténtica friki de las metodologías educativas y los sorteos de plazas. Echando la vista atrás, te resumo algunos consejos que me hubiera gustado recibir entonces:
1. “Somos una escuela por proyectos” y otras mentiras piadosas
En una jornada de puertas abiertas suele haber una charla teórica donde el equipo directivo explica el sistema educativo del centro… y mil cosas más que te contarán para redondear el discurso de venta. Es decir: tener cocina propia o un proyecto de reciclaje son elementos menores que, además, comparten casi todos los centros. Lo realmente importante es entender qué diferencia a una escuela de otra, y aquí juega un papel central entender qué sistema educativo utilizan. A grandes rasgos podríamos diferenciar entre escuelas tradicionales con metodologías similares a las de nuestra infancia (clases magistrales, libros, deberes, exámenes); escuelas innovadoras donde toda esta base se ha sustituido por proyectos, espacios o ambientes de aprendizaje, rincones de trabajo…; y todo el abanico de escuelas que se sitúa en algún punto intermedio entre ambos extremos, con mayor o menor interés por el cambio.
Por ejemplo en Barcelona, donde la demanda de escuelas innovadoras supera con mucho la oferta, todas las escuelas se esfuerzan por asegurar que trabajan “por proyectos”. La realidad, sin embargo, se descubre al preguntar en detalle o, mucho mejor, entrar en las clases durante la visita guiada, observar los trabajos de los alumnos y preguntar a los profesores ejemplos concretos. ¿Qué tipo de proyectos educativos se trabajan? ¿Quién escoge el tema? ¿Qué uso se da a los libros de texto? Si trabajan con ambientes de aprendizaje, ¿cada niño escoge a cuál quiere ir, o siguen una pauta? Es ahí donde podrás entender el funcionamiento real de cada metodología. Esta parte de la visita te dará muchísima más información que la propia charla: ¡aprovéchala!
2. Cuando nadie te mire… ¡Haz foto al horario!
En las charlas es habitual que expliquen cómo es un día normal en un aula de Infantil. Cuando visites las aulas, haz fotos de los horarios que veas colgados en las clases, también en los cursos superiores: eso te permitirá comprobar, por ejemplo, cuántas horas dedican a idiomas o lectura, si imparten o no asignaturas compartimentadas… Cuando estés visitando la primera escuela quizá te parezca una información irrelevante, pero cuando hayas visto una cuantas, poder comparar los horarios te ayudará a entender en qué temas pone más el foco cada centro.
3. Do you speak English…?
Un elemento que, para mi sorpresa, varía de forma significativa de una escuela pública a otra es la presencia de idiomas. Si te preocupa el tema, no dudes en preguntar. ¿En qué curso empiezan a introducirlos y con cuántas horas semanales? ¿Existen otros proyectos en la escuela para favorecer el uso del inglés? (por ejemplo, asignaturas curriculares en este idioma, teatro, casales de verano, programas de intercambio…) ¿Cuentan con algún profesor de apoyo para el speaking?
4. Lectoescritura… ¿Lo qué?
Aprender a leer y escribir. ¿Cómo lo trabajan, y a partir de qué curso? Algunas escuelas innovadoras siguen el ejemplo de los países nórdicos y no trabajan activamente este tema hasta los 6 años. Conozco padres que en su día escogieron este planteamiento muy convencidos y meses después se estresaron al descubrir que el hijo del vecino escribía su nombre en P3, y su hijo aún no distinguía una letra de un garabato. Si escoges un modelo educativo innovador, infórmate bien y aclara con la escuela todas las dudas que te surjan para evitar frustraciones y malentendidos.
5. “Respetamos el ritmo de cada niño”, o cómo ejercer tu rol de suegra inquisidora
La mayoría de escuelas públicas aseguran respetar el ritmo de cada niño. Un par de preguntas te permitirán comprobar el significado real de esta promesa. ¿Cómo funciona la adaptación en P3? ¿Qué pasa si el niño aún se hace algún pipi encima? ¿Y si no quiere dormir siesta? ¿Cómo trabajan la llegada de niños que no hablen el idioma vehicular? Si tu hijo tiene algún tipo de necesidad educativa especial, ¿qué tipo de recursos tienen para acompañarle?
6. Tu hijo no es Peter Pan: ¡Mira más allá de P3!
En muchas jornadas de puertas abiertas se centran en explicar el funcionamiento de la etapa de Educación Infantil (de 3 a 5 años): de hecho, durante la visita muchos padres se limitan a visitar estas clases. ¡Error! Es precisamente en Primaria donde se dan diferencias más acusadas entre escuelas, y un vistazo a las aulas te será suficiente para comprobarlo. ¿Usan libros de texto? ¿Cómo es el nivel de expresión que ves en los trabajos de las paredes? Si trabajan únicamente por proyectos, ¿cómo introducen los contenidos de los últimos cursos? ¿Tienen datos sobre la adaptación de los alumnos una vez pasan al instituto? Y si son escuelas concertadas o privadas, ¿cómo funciona en ellas la etapa de Secundaria?
7. Seamos prácticos… nos esperan muchos años por delante
Cuando descubres que la escuela con el sistema más atractivo está a la otra punta del distrito, te sentirás tentado de pensar: no importa, sólo son 3 paradas de metro. Y cuando lleves una semana llegando tarde al trabajo porque esta rutina matutina es insostenible, te acordarás de este humilde consejo: SÉ REALISTA.
Lo confieso, yo también estuve tentada de escoger una escuela en el otro extremo del barrio. Entonces me quedé embarazada de nuevo, calculé la logística necesaria para llevar a uno al cole y a otro a la guardería, y asumí la realidad: necesitábamos una escuela a la que pudiéramos llegar caminando. Concretamente, a 100 metros de casa… que con dos gremlins cansados, ¡cada tarde parecen 100 kilómetros! Si te planteas escuelas privadas con transporte colectivo, infórmate bien de las rutas y horarios. Y piensa a largo plazo: te esperan muchos años repitiendo esa rutina a diario.
8. Comunicación familia-escuela, o cómo superar que nadie te cuente de qué color ha hecho hoy las cacas tu hijo
En las guarderías es habitual tener feedback diario de cada niño: agenda, conversación con el educador a la hora de la recogida… en la mayoría de escuelas esto es muy diferente, y al llegar a P3 los padres se sienten desinformados. Aprovecha las puertas abiertas para preguntar qué vías de comunicación existe entre familia y escuela: por ejemplo, ¿el niño se recoge dentro de clase o en la puerta del centro? ¿hay algún día de la semana o trimestre en el que los padres puedan pasar unas horas dentro del aula? ¿Es accesible el equipo directivo a quejas y sugerencias? ¿La asociación de familias está abierta a la participación de todos los padres?
9. ¿Buscas una escuela o una foto de Pinterest?
La carne es débil: a todos nos entra mejor por los ojos una escuela recién construida, luminosa, con patios enormes y mármol en el suelo, que un centro de los años 80 o ubicado en barracones. Lo confieso: yo descarté de entrada la que ahora es nuestra escuela porque sus aulas de 40 años son lo más alejado de la foto que colgarías en Instagram. La realidad es que los niños son mucho menos exigente en este sentido: preocúpate más del contenido que del continente. Y, si aun así, las instalaciones te echan para atrás, habla con la dirección y con la asociación de familias e infórmate de posibles proyectos de reforma, ampliación, compra de nuevos materiales…
10. ¿Concilias o trabajas?
Entérate de todos los detalles prácticos que vayas a necesitar. Por ejemplo, aquellos ligados a la conciliación familiar: ¿Cuál es el horario de clases? ¿Hay servicio de acogida antes y/o después de clase? ¿Organizan casales de verano en la misma escuela? ¿Ofrecen extraescolares desde P3?
11. Periodistas por un día
Si alguien puede darte información realista sobre la escuela, son las familias que ya están dentro: no dudes en hablar con madres de distintos cursos, e incluso con los niños más mayores que puedan explicarte cómo son realmente las clases. Busca información también e las familias críticas, que quizá no son las que forman parte de la asociación de padres. La salida del cole cualquier tarde es un momento ideal para hacerlo y, de paso, observar el tipo de familias que van a esa escuela. ¿Te gusta el ambiente que ves? ¿Salen contentos los niños?
12. Y ahora… a jugar a la lotería
Si vives en una gran ciudad y te gusta la escuela más popular del barrio, seguramente dependerás de la suerte de un sorteo para saber a qué cole irá tu hijo. Infórmate bien sobre cómo funciona el sistema de puntos, investiga la demanda que ha tenido la escuela en años anteriores y, en caso extremo, valora si vale la pena esperar al último día de preinscripción para saber el nivel de demanda que está teniendo el centro. Lo confieso: yo presenté la inscripción en la última jora del último día, después de hacer todo tipo de llamadas y algoritmos mentales. Ten en cuenta que muchos otros padres harán lo mismo y, por tanto, la cifra puede variar mucho en cuestión de horas.
¡Mucha suerte!


3 Comments
dispensador de jabón de oro
Encontré buenas publicaciones aquí. Adoro la forma en que escribes. ¡Tan perfecto!. That worked for me me as well. Thanks for posting your solution.
Lenny
En día de hoy las tecnologías crecen y desarrollan . Hay muchas opciones de ser padres. Por supuesto, la gestación subrogada es un proceso costoso , pero nosotros hemos encontrado la clínica perfecta para nosotros. Es el centro de Feskov, Ucrania. Hemos contratado el paquete Delux, que incluía todos los gastos médicos , gestante , abogados, transfer , traductores, alojamiento , etc . Bien que no había ningún problema regresar a España con nuestro hijo. Nos han garantizado todos los riesgos y la verdad que el proceso jurídico era bastante fácil y rápido . Nuestro hijo tiene 14 meses. Gracias a todo equipo del centro de Feskov!
Marisa
Hola, estas hablando de este centro https://maternidad-subrogada-centro.es?